Cruce

por F. David Ruiz
Pasos de un peregrino son, errante
Luis de Góngora
Cuando notéis
el peso
de vuestro propio cuerpo,
es que habréis de dejar atrás
lo accesorio. De otra forma,
les dijo,
os ahogará
la resistencia,
el repentino deseo
de poseer. Ya tenéis
un cuerpo. No se os debe más.
Caminad, gritó. Caminad y sed
conscientes
de que nacisteis nómadas.
Vuestra patria es ahora
el camino. No descendáis nunca
otra ladera
que la que marcan estos surcos del azar
entre los hombres. No es casual:
nuestros caminos
son también nuestra forma de caridad.
Daremos sepultura a vuestros cuerpos ajados
si las aguas los devuelven, también somos
seres humanos y tememos a la muerte.
Pero nuestra lengua
teme a vuestra lengua. Entended.
Estamos hechos
de otras palabras. Entended.
Somos
nosotros y sabemos
de nuestra enfermedad.
No conocemos otra fiebre. Caminad,
volvió a decir.
Vuestro cuerpo
es vuestro
último destino.
Hablaremos de vosotros
como de un tiempo
de periódicos nuevos. Luego,
no os engañen,
olvidaremos
que os dejamos
cruzar
y seguiremos.